“Ansiedad de tenerte en mis brazos, musitando palabras de amor”
Muchos poetas y cantantes, se han inspirado y utilizado en sus letras la palabra Ansiedad, intentando reflejar, ese deseo incontrolable que nos provoca desear algo y no tenerlo, añorarlo o extrañarlo.
Para quienes hemos vivido y padecido de Ansiedad, la verdad es que nuestra evocación resulta muchos menos placentera o romántica. Más bien las vivencias ansiosas se relacionan con incomodidad, temor a lo que viene, búsqueda incesante de calma o el simple no saber que me pasa, que lo que deseo y quiero.
En el imaginario del mercado de consumo, se ha instalado la idea (no equivocada) que la ansiedad justifica, esas ganas irrefrenables por comer alimentos ricos en grasa, azúcar o que se encuentran ultra procesados; En este sentido la Ansiedad nos aparece entonces como la aparente explicación de la obesidad, la disculpa para los accesos de glotonería, o la justificación de una conducta de consumo , que entendemos nos calmará y nos hará regresar a ese estado de equilibrio perdido o alterado por la Ansiedad.
Si bien podemos llegar a considerarla como un trastorno, debemos considerar que la ansiedad es una respuesta de tipo emocional que experimentamos ante situaciones que interpretamos como amenazantes o que conllevan cierto peligro para el mantenimiento de la vida. Esta ansiedad provoca en nosotros alteraciones y cambios a nivel psico-emocional, fisiológico y físico, los que están condicionados por la forma de actuar o afrontar determinadas situaciones que hemos cada uno desarrollado. Hoy sabemos que la ansiedad, proviene de una de las emociones primitivas como es el miedo. En la antigüedad, la ansiedad y el miedo era algo adaptativo, ya que era necesario para preservar nuestra especie, garantizando, por ejemplo, una adecuada respuesta de huida o defensa ante posibles depredadores. Por lo tanto, la ansiedad tenía un sentido y un significado importantes en sí mismo. Con el paso del tiempo, todo ha cambiado y en la actualidad nuestra supervivencia no se basa en la defensa ante depredadores, sino en el afrontamiento de otras situaciones que para nosotros se han convertido en nuevas amenazas y que por tanto afectan a nuestro nivel de vida. (https://rehabilitacionpremiummadrid.com/, 2023)
Lo cierto es que la Ansiedad no es nueva, ya Hipócrates presento a sus colegas algunos cuadros ansiosos allá por el 400 ac, más cerca en el tiempo Freud en el 1899 y el 1892, publico escritos donde identifico lo que el denomino la “Neurosis de Angustia” El cuadro se caracteriza por “la excitabilidad general”, un estado de tensión que se expresa en hiperestesia, especialmente auditiva y que refleja una acumulación de excitación o una incapacidad de resistirla. Además, es característica la “espera angustiosa”, que corresponde a expectativas catastróficas respecto de los seres queridos o del paciente mismo. Otra manifestación sobresaliente de la neurosis de angustia es la presencia de “ataques de angustia”, los que adquieren distintas formas. Algunos pacientes presentan una perturbación de la actividad cardíaca, como palpitaciones, arritmia o taquicardia; otros, del aparato respiratorio, con disnea y ataques semejantes a los asmáticos. La sudoración, especialmente nocturna, y los temblores son frecuentes, así como también la bulimia y el vértigo. A lo dicho se agrega el “pavor nocturno de los adultos”, consistente en un despertar con angustia, disnea y sudoración. (Ojeda, 2003).
Lo cierto es que en la práctica clínica la Ansiedad, en sus diferentes manifestaciones y como parte de entidades patológicas, tiene como características principales el temor intenso a lo que vendrá (lo que siempre este vestido de ropajes negativos o catastróficos), el temor creciente a la naturaleza o a lo que nos rodea, y el temor a lo que implica el contacto interpersonal.
Podemos así, sentir temor por un examen o prueba; o cuando vamos a tomar decisiones que consideramos difíciles, u otro evento real o imaginario que nos resulta incierto, riesgoso o que atenta contra nuestros deseos, todo lo cual podemos considerarlo dentro de lo normal. En cambio, La ansiedad patológica, es aquella que se produce en episodios de carácter repetitivo y que por su duración, intensidad y frecuencia afectan de forma negativa a quien lo experimenta, dificultando incluso desarrollar las actividades cotidianas de la persona, llegando a repercutir en la mayoría de sus áreas (personal, familiar, laboral, de pareja, social, etc.).
Continuara….
https://rehabilitacionpremiummadrid.com/. (05 de 12 de 2023). Obtenido de https://rehabilitacionpremiummadrid.com/blog/que-es-la-ansiedad-cual-es-su-origen/
Ojeda, C. (2003). Historia y redescripción de la angustia clínica. . Revista chilena de neuropsiquiatría, 95-102.